¿Qué vas a ver aquí?
Es un ritual para muchos. Tomar un café o un té bien calientes, o una bebida refrescante bien fría, mientras se utiliza el portátil. Esa bebida te estimula, te sacía la sed, te acompaña y te reconforta. Sin embargo, si se cae encima del teclado, ese líquido tan apetecible te puede dar un enorme disgusto.
La bebida, lo más lejos posible del equipo
El gran consejo que te podemos dar es que, cuando poses ese vaso, esa taza o esa lata sobre algún sitio, que ese sitio no sea la mesa o escritorio donde tienes el portátil. De este modo, te recomendamos que busques otro mueble o lugar sobre el que emplazar el recipiente. Si dispones de una mesa lo suficientemente grande, pon el contenedor que lleva líquido en su interior lo más lejos de tu equipo informático. Así, si lo tiras, el líquido seguro que manchará la mesa, pero no alcanzará las teclas.
«¡Ups! He tirado el café»
Dicho esto, puede pasar que no seais precavidos, que no hayáis tomado las precauciones que os hemos apuntado un poco más arriba. O, sencillamente, puede pasar que un día os descuidéis o bajéis la guardia. Resulta que ese día, ponéis el vaso a unos centímetros del portátil. Y, en un movimiento o gesto torpe, por un manotazo, por un codazo o por un indeseado efecto dominó, tiráis el envase, la taza o el vaso.
Así que el recipiente acaba tumbado encima de la mesa, a menos de un palmo del portátil. O bien acaba encima del teclado. El resultado puede acabar siendo el mismo. El líquido acaba penetrando en el ordenador portátil, a través de los resquicios entre las teclas y de los orificios de ventilación.
Los líquidos pueden dañar un portátil con mucha rapidez. Ahora bien, si actúas con rapidez, tienes muchas probabilidades de salvar tu equipo
Que no cunda el pánico
Ante todo, mucha calma. Si entras en pánico, no vas a seguir de forma metódica los pasos que describimos en este artículo. Los nervios tampoco te van a ayudar a proceder con la agilidad necesaria.
Cómo evitar una descarga eléctrica
Si como consecuencia del accidente te has mojado o estás pisando un charco de agua o del líquido que sea, lo primero que tienes que hacer es cortar el acceso del equipo a la red eléctrica. Por tanto, debes desenchufar el portátil o, si éste está conectado a un ladrón con interruptor, apagarlo. Lo importante es ser rápido, para evitar una peligrosa descarga eléctrica.
Ante la mínima sospecha, no manipules el portátil
Si aprecias algún indicio sospechoso en el equipo (material derretido, etc) o que salga de él (humo, vapor, burbujas, etc), ni se te ocurra manipular el portátil.
Apaga el portátil (sin perder ni un segundo)
Has mojado el portátil con agua, zumo, café o con una bebida carbonatada. Calma. Lo primero que tienes que hacer es desenchufar el cable de alimentación del equipo. Después, debes apretar el botón de encendido del portátil durante entre cinco y siete segundos, hasta que se apague del todo.
Sobre todo, no pierdas el tiempo guardando ese documento de Word o de Excel en el que estabas trabajando.
Si dejas el equipo encendido, aunque solo sea por unos segundos más, podrías causar un cortocircuito. Y, como consecuencia, los componentes internos del portátil podrían resultar dañados de forma permanente. Si hay líquido y pasa la electricidad, algún componente podría sulfatarse.
De todo lo dicho se deduce que, cuanto antes apagues el equipo, más probabilidades tienes de salvarlo
Saca la batería (si es posible)
Si puedes extraer la batería, hazlo. Algunos portátiles aún tienen baterías que puedes sacar con gran facilidad, accionando un sencillo pestillo. En muchos otros casos, tienes que desatornillar la placa que cubre la parte inferior del equipo para acceder a la batería.
Si te ves capaz de extraer la placa inferior, adelante. Si no lo ves claro, no hagas nada y deja la tapa en su sitio.
Por otro lado, debes extraer todas aquellas memorias USB, discos duros externos y dispositivos de todo tipo que estén conectados al ordenador. Extrae también el ratón. Tienes que asegurarte de que ningún aparato esté intentando utilizar la energía procedente del portátil.
Una vez te has cerciorado de que el equipo está apagado y de que no hay ningún tipo de peligro, ya puedes ponerte a secar y limpiar.
¿Ha sido un mero salpicón? Coge la bayeta
Ahora es el momento de evaluar el perjuicio que ha causado la bebida derramada. Si ves que ha sido un salpicón, toma una bayeta o paño de microfibra. Si lo tienes disponible, echa mano de un producto de limpieza específico para ordenadores. Moja el trapo y pásalo por la superficie del equipo, evitando que caiga más líquido en las teclas. La forma de pasar el paño tiene su importancia: dibuja pequeños círculos con tu mano, y evita frotar, porque puedes quitar color o rayar la superficie.
Asegúrate de tener un paño de microfibra siempre a mano, porque hay que prescindir de productos de limpieza hechos de papel, como pañuelos de bolsillo o papeles absorbentes de rollo de cocina. Si los utilizas, podrías acabar dañando la superficie.
¿Has vertido toda la taza? Da la vuelta al portátil y deja que escurra
Coge un trapo o paño seco y seca el líquido que hay en la superficie del teclado. Hazlo con cuidado, intentando absorber el líquido. Evita arrastrarlo. Presta atención a todos los puertos, orificios de ventilación y otros recovecos donde pueda haber restos del líquido vertido.
Da la vuelta al portátil y muévelo con mucha delicadeza, para acabar de sacar los restos de líquido que pueda haber. No sacudas el equipo. No lo agites como si fuera un cocktail.
A continuación, pon el portátil abierto encima de la mesa, encima de una toalla. Pero, ¿cómo posamos el equipo? Pues te recomendamos que el portátil, abierto en un ángulo de 90 grados, descanse sobre los costados. Es decir, estarían tocando la mesa el lado más estrecho de la pantalla y el lado más estrecho del panel del teclado. No pongas el equipo en forma de V y del revés, como si hiciese la forma de una tienda de campaña.
A partir de ahí, la gravedad hará su trabajo. Deja que salga el líquido que aún pueda quedar.
Para un secado impecable, lo ideal es secar los componentes que hay dentro del equipo con una tela o trapo libre de pelusa. Para ello, hay que abrir el portátil por debajo, desatornillando. No lo hagas si no te ves capaz o no te sientes seguro.
24 horas de espera
Te aconsejamos que esperes 24 horas antes de volver a encender el equipo. Si por la razón que sea no puedes esperar tanto tiempo, lo recomendable es dejar pasar, como mínimo, cuatro horas.
Cuantas más horas de apagado, mejor
Cuanto más tiempo pase el ordenador apagado, mejor. Ese tiempo de espera es necesario para que se acabe de disipar el líquido que no se haya conseguido secar.
Secado al aire libre
Es probable que hayas oído la recomendación de sumergir el portátil en un recipiente o bolsa sellada llenos de arroz seco no cocido. Pues bien, mejor no lo hagas, porque puede ser contraproducente. Y es que el arroz podría acabar dañando algún componente.
La mejor opción es dejar secar al aire libre. Es recomendable que el ambiente de la habitación donde dejes el equipo sea seco y que la estancia esté bien ventilada.
¿Se ha mojado la batería?
Si la batería ha entrado en contacto con cualquier líquido, deberías reemplazarla. El líquido no solo puede deteriorar la batería, sino que puede hacer que utilizar el portátil sea inseguro.
Lleva el portátil a tu tienda BEEP
Han pasado las 24 horas de rigor. Pones la batería y todo lo que haga falta en su sitio. Conectas el equipo a la red eléctrica y lo enciendes. En muchas ocasiones, se te dibujará una sonrisa: ¡El portátil funciona!
En todo caso, es recomendable llevar el equipo a tu tienda BEEP más próxima. Que el equipo funcione después de seguir todas las pautas que hemos descrito, no quita que el problema esté solucionado.
Una vez el líquido penetra en el interior, incluso después de haberse secado, puede dejar minerales que llevan la electricidad a sitios donde no debe llegar. Con el tiempo, se puede incrementar el daño por corrosión.
Hay que estar especialmente alerta si has vertido algo que no es agua. El agua es menos corrosiva. En cambio, el café y las bebidas con azúcar o alcohólicas, son las más dañinas.
En el taller de tu tienda BEEP de confianza, van a limpiar los componentes con disolventes eficaces y máquinas de limpieza especializadas.
Errores frecuentes
Te explicamos acciones que debes evitar cuando se te moja el teclado del portátil.
Prohibido usar el secador del pelo
Uno de los grandes errores es intentar secar el equipo con un secador. Y es que, de esa manera, estamos empujando el líquido hacia el interior del ordenador. Con un secador, podrías acabar derritiendo algunos componentes clave para el funcionamiento del dispositivo. El portátil, insistimos, debe secarse a temperatura ambiente.
No abras el portátil si no eres experto
No te recomendamos que abras el portátil si no eres un experto. Solo un especialista sabrá abrir bien el equipo, sabrá qué piezas son más sensibles a la humedad y sabrá cómo limpiar todos los componentes.
Sumergir el equipo en arroz
Ya lo hemos dicho más arriba. Cubrir el portátil en arroz es otro truco inservible. Gastarás una enorme cantidad de arroz, para nada. Y para rematar, es posible que alguno de los granos acabe colándose en el interior del ordenador, dañándolo.