¿Qué vas a ver aquí?
El 14 de octubre de 2025 marcará el final del soporte oficial de Microsoft para Windows 10, lo que supone un cambio importante para millones de usuarios, empresas y organizaciones que todavía utilizan este sistema operativo. Desde su lanzamiento en 2015, Windows 10 ha sido uno de los sistemas operativos más populares en el mundo de los PC, pero como es habitual en el ciclo de vida de la tecnología, llega el momento de su despedida.
El final del respaldo a Windows 10 no es ninguna sorpresa. Microsoft, como cualquier otra compañía tecnológica, busca concentrar sus recursos en productos más nuevos como Windows 11. Pero, ¿qué implica esto para quienes aún usan Windows 10? En este artículo analizamos las razones detrás de esta decisión y las opciones que tienen los usuarios en este escenario.
¿Por qué Microsoft pone fin al soporte de Windows 10?
El fin del soporte para Windows 10 es parte del ciclo natural de actualización y evolución tecnológica. Con el avance de nuevas tecnologías, los sistemas operativos antiguos se quedan obsoletos. Y Microsoft, al igual que cualquier empresa de software, necesita optimizar sus recursos y poner casi todas sus energías en productos más avanzados. Windows 11, lanzado en 2021, ofrece mejoras de peso en términos de rendimiento, seguridad y funcionalidades, sobre todo adaptadas a la era moderna de ciberseguridad y productividad digital.
Además, el final del soporte también está relacionado con la posible llegada de nuevas versiones, como Windows 12, lo que refuerza la necesidad de decir adiós a Windows 10.
¿Qué pasa después de octubre de 2025?
A partir de esa fecha, Windows 10 dejará de recibir actualizaciones de seguridad regulares. Sin embargo, esto no significa que tu PC con Windows 10 dejará de funcionar de inmediato. Lo que sucederá es que el sistema operativo será más vulnerable a amenazas de ciberseguridad, ya que cualquier nueva vulnerabilidad que se detecte no tendrá el correspondiente parche.
Microsoft ofrecerá una opción de soporte extendido (Extended Security Updates, o ESUs) durante tres años más, hasta octubre de 2028, aunque este servicio será de pago. Las ESUs incluirán actualizaciones de seguridad críticas, pero no introducirán nuevas funciones ni mejoras técnicas. Esta opción va muy bien para empresas y centros educativos, que necesitan más tiempo para migrar a un nuevo sistema operativo. Pero los usuarios particulares también podrán disfrutar de esta alternativa.
Los precios del soporte extendido que ha divulgado Microsoft serán simbólicos para las escuelas (un dólar el primer año de extensión) y, cuando se trata de empresas y organizaciones, ascenderán a 61 dólares para el primer año, 122 dólares para el segundo y 244 dólares para el tercero. Los precios para particulares se desconocen, pero estarán a medio camino de los fijados para centros educativos y para empresas.
¿Vale la pena cambiarse a Windows 11 ahora?
A falta de un año para el fin del soporte de Windows 10, muchos se preguntarán: ¿Deberíamos actualizar a Windows 11 ahora? La respuesta dependerá básicamente de las características de tu equipo y de tus necesidades particulares.
Windows 11 es especialmente recomendable si tienes un ordenador con procesadores Intel de 12ª generación o más recientes, ya que están diseñados para aprovechar al máximo la tecnología Intel Thread Director, que optimiza el rendimiento de los núcleos del procesador. Así aumentas la eficiencia y mejoras la gestión de recursos, sobre todo en tareas exigentes.
Sin embargo, si tienes un procesador más antiguo o no empleas aplicaciones que requieran un alto rendimiento, es posible que no veas una mejora significativa en tu día a día al cambiar a Windows 11. Las mejoras introducidas en Windows 11, como la herramienta de control de luces RGB o las optimizaciones para portátiles, son útiles pero no indispensables para la mayoría de los usuarios.
- Control de luces RGB nativo: Windows 11 incluye una herramienta integrada que permite a los usuarios gestionar las luces RGB de sus dispositivos, como teclados, ratones o componentes internos de sus ordenadores, sin necesidad de utilizar programas de terceros. Esto va muy bien para gamers y otros usuarios que buscan personalizar la iluminación de su equipo.
- Optimización para portátiles: se han introducido mejoras en la eficiencia energética y la gestión de la batería, lo que es muy importante para los usuarios de portátiles. Estas optimizaciones pueden ayudar a prolongar la vida útil de la batería y mejorar el rendimiento en dispositivos móviles.
Opciones a considerar a un año del fin del soporte a Windows 10
Para los usuarios que están contentos con Windows 10 y no sienten una necesidad urgente de cambiar, hay varias opciones entre las que elegir antes de octubre de 2025:
- Actualizar a Windows 11: si tu equipo cumple con los requisitos de hardware, esta opción te garantizará seguir recibiendo todas las actualizaciones de seguridad y mejoras de rendimiento tras el fin del soporte de Windows 10. Además, si tu PC ya está quedando obsoleto, aprovechar la actualización a Windows 11 puede ser un buen momento para considerar renovar tu equipo, evitando así el coste del soporte extendido para Windows 10.
- Optar por el soporte extendido (ESUs): para quienes prefieren seguir con Windows 10, existe la posibilidad de pagar por actualizaciones de seguridad extendidas (Extended Security Updates). Esta opción es más adecuada para empresas con múltiples dispositivos, pero puede resultar innecesariamente cara para usuarios particulares, ya que el precio aumenta cada año.
- Seguir usando Windows 10 sin soporte: aunque no es recomendable debido a los riesgos de seguridad, algunos usuarios pueden optar por mantener Windows 10 sin pagar por soporte extendido. Se trata de una decisión con riesgos, como la exposición a vulnerabilidades de seguridad y problemas de compatibilidad con software y hardware nuevos.
Pros y contras de cada opción
Explicamos los puntos a favor y en contra de cada una de las alternativas que tienen los usuarios en este escenario de fin del respaldo de Microsoft a Windows 10.
Actualizar a Windows 11
- Pros: acceso a las últimas actualizaciones de seguridad y mejoras de rendimiento. Soporte completo de Microsoft. Preparado para futuras actualizaciones de hardware y software.
- Contras: puede hacer falta comprar un nuevo equipo si el actual no cumple con los requisitos. Algunas funciones nuevas pueden no ser necesarias para todos los usuarios.
Soporte extendido (ESUs)
- Pros: permite seguir usando Windows 10 de manera segura por tres años más.
- Contras: coste alto, si tomamos como referencia los precios para empresas. La factura es especialmente cara si la extensión se prolonga durante los tres años. No incluye nuevas funciones ni mejoras de rendimiento.
Mantener Windows 10 sin soporte
- Pros: no hay costes adicionales. No requiere actualización de hardware ni software.
- Contras: alto riesgo de vulnerabilidades de seguridad. Al final te toparás con problemas de compatibilidad con software y hardware nuevos.
Sistemas operativos de Microsoft
Fin del soporte a Windows 10: ¿qué hacer?
El fin del soporte para Windows 10 en octubre de 2025 marca un hito importante para todos los usuarios de este sistema operativo. Quienes aún utilicen Windows 10 deben empezar a planificar su migración, ya sea a Windows 11 o a otro sistema operativo, para evitar quedar expuestos a riesgos de seguridad.
Actualizar a Windows 11 es la opción más sencilla y segura si tu equipo es compatible, y también puede ser un buen momento para considerar la renovación de hardware si tu PC está quedándose obsoleto. El soporte extendido es una solución temporal y que podrás notar en tu bolsillo, adecuada solo para aquellos que necesiten más tiempo para hacer la transición.
En cualquier caso, lo importante es estar preparado para octubre de 2025 y evitar cualquier interrupción en el funcionamiento seguro de tu equipo.
