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Cómo hacer que tu móvil dure más de 5 años

31/07/2025

Los móviles se han convertido en una herramienta que llevamos siempre encima. Los usamos para todo: trabajar, comunicarnos, hacer fotos, pagar, escuchar música o buscar una dirección. Por eso, cuando el móvil empieza a fallar, sentimos que nos falla algo más que un dispositivo.

¿Se puede evitar? Hasta cierto punto, sí. Como todo producto tecnológico, un móvil tiene una vida limitada. Tarde o temprano dejará de rendir como el primer día. Pero con unos cuidados básicos, puedes alargar su vida útil mucho más de lo que imaginas. Hoy te contamos cómo hacer que tu móvil dure más de cinco años en buenas condiciones.

La batería: cuídala desde el primer día

La batería es, con diferencia, el componente que más influye en la duración del móvil. De poco sirve que el resto del móvil funcione bien si la batería no aguanta ni medio día.

Para cuidarla, hay dos aspectos clave: la temperatura y la forma de cargarla. El calor excesivo es uno de los grandes enemigos de la batería. Evita dejar el móvil expuesto al sol, olvidarlo dentro del coche en verano o cargarlo bajo la almohada, donde el calor se acumula. También conviene evitar que la batería se descargue por completo o que se cargue constantemente al 100%. Muchos fabricantes recomiendan mantenerla entre el 20% y el 80%. Si tu móvil tiene una opción de carga optimizada, actívala: está pensada justo para eso.

Protege el móvil frente a golpes y accidentes

Una funda resistente y un protector de pantalla no son un gasto, sino una inversión. Un simple golpe puede hacer que la pantalla se rompa o que falle la cámara frontal. Y con eso, el móvil ya no funciona como debería. Un smartphone sin golpes ni grietas también protege mejor sus componentes internos frente al polvo o la humedad. En definitiva, que proteger tu móvil como se merece es el primer paso para que te dure más de cinco años.

Limpia bien los conectores y altavoces

A veces pensamos que el móvil empieza a fallar… y en realidad lo único que falla es el conector de carga o el altavoz. El polvo y la suciedad se acumulan poco a poco y pueden bloquear piezas importantes sin que nos demos cuenta.

Un bastoncillo, un cepillo suave o un poco de aire comprimido (usado con cuidado) pueden bastar. Con un par de minutos cada cierto tiempo, te ahorras problemas y visitas innecesarias al servicio técnico.

Evita guardar demasiadas cosas en el móvil

No hace falta llenar el móvil de aplicaciones que no usas, porque con eso lo único que consigues es que vaya más lento. A veces, con miles de fotos, vídeos y archivos sin organizar, el sistema ya se satura. Si el almacenamiento está al límite, el procesador trabaja más, el móvil se calienta y la batería también lo sufre.

La solución es sencilla: guarda en la nube lo que no necesitas tener siempre a mano, elimina las apps que ya no utilizas y limpia tu galería de fotos de vez en cuando. No se trata de tener el móvil vacío, sino de no sobrecargarlo sin necesidad.

Instala siempre las actualizaciones del sistema

Muchos usuarios ignoran las actualizaciones del sistema porque piensan que no sirven para nada. Error. Las actualizaciones corrigen errores, refuerzan la seguridad y alargan la vida del dispositivo. Si no actualizas, el sistema operativo se queda atrás y empiezan a fallar algunas apps. Y eso hace que el móvil parezca viejo antes de tiempo.

Si el modelo ya no recibe actualizaciones, es otro tema. Pero mientras las reciba, instálalas.

Repara el smartphone antes de jubilarlo

El mercado nos empuja a cambiar de móvil cada dos años, pero muchas veces no hace falta. Una batería que se agota rápido o una pantalla rota no son motivo suficiente para tirar el dispositivo. Hay recambios de calidad y puntos especializados —como tu tienda BEEP de confianza— que pueden devolverle la vida por un coste mucho menor que el de un teléfono nuevo.

Además, reparar es también una forma de reducir residuos electrónicos. Si tu móvil sigue siendo válido para lo que necesitas, dale una segunda oportunidad. Te saldrá a cuenta.

Cuida tu móvil… y él cuidará de ti

No hace falta ser técnico ni hacer grandes cambios. Solo necesitas prestar un poco de atención a aspectos que a menudo pasas por alto. Cuidar la batería, proteger el móvil de golpes, mantenerlo limpio, actualizarlo y liberar espacio son hábitos sencillos que alargan la vida útil del dispositivo. Si haces las cosas bien, y la suerte te sonríe, es posible que el móvil te dure más de cinco años.

Y el resultado compensa: menos gasto y menos dependencia de las modas tecnológicas. Porque, al final, el mejor móvil no es el más nuevo, sino el que te sigue funcionando cuando otros ya se han quedado atrás.