
Estamos ya en verano, época para muchos de vacaciones. Llegan momentos de descanso de los que tendemos a disfrutar cada vez más con nuestros gadgets tecnológicos favoritos, que llevamos a cuestas allá donde vayamos. El portátil, la videoconsola, la tableta… Y, por supuesto, el smartphone. Estos últimos días nos hacíamos eco de varias informaciones sobre la cada vez más estrecha relación entre teléfonos inteligentes y tiempo de ocio. El País publicaba un artículo con este sugerente titular: 9 soluciones para que el móvil no te amargue el verano. «Antes de partir», dice el autor, «hay que tomar unas precauciones elementales para que la tecnología no te amargue las vacaciones». «Las más básicas: descargar una aplicación antipérdidas, automatizar el almacenamiento en la nube, incluir un cargador de auxilio o, si va al extranjero, por mucho que hayan bajado las tarifas europeas, desconectar el roaming, o emplear un smartphone como conector a Internet de la familia.» Se trata de un artículo de lectura muy aconsejada, que nos hace reflexionar sobre la dependencia que hemos desarrollado con los móviles inteligentes.
Un estudio de Norton by Symantec, del que hicimos un post en este mismo blog el pasado martes, venía a confirmar la gran importancia que tienen los smartphones en vacaciones. El estudio concluye que el 92% de los fans llevan sus smartphones consigo a todo tipo de eventos típicamente veraniegos, como festivales y conciertos. Ese uso conlleva riesgos, como la pérdida o el robo del dispositivo. Para evitar o mitigar problemas relacionados con la desaparición o mal uso del smartphone, desde Norton by Symantec comparten con todos nosotros una serie de consejos, disponibles en el siguiente enlace. Así que, ya sea en la playa, en la montaña, en un concierto o de copas, cerciorémonos de que hacemos todo lo posible para evitar que el smartphone, en lugar de un placer, se convierta en un problema.