La World Wide Web celebra sus primeros 25 años de historia. En 1989, Tim Berners-Lee inventó la web como la conocemos hoy, el sistema de comunicación más revolucionario de los últimos años. La navegación por internet ha abierto nuevas fronteras a los negocios y a las personas. Nada es igual a como eran las cosas antes de que internet estuviese al alcance de la mayor parte de la población de las economías desarrolladas. Tim Berners-Lee, que hace unos años equiparó el acceso a internet a un derecho humano, ha aprovechado el primer cuarto de siglo del World Wide Web para pedir una «constitución global», «una carta de derechos», para la web. «A menos que tengamos una Internet abierta, neutral en la que podamos confiar sin preocuparnos sobre lo que está ocurriendo en la puerta trasera, no podremos tener un gobierno abierto, buena democracia, buen sistema de salud, comunidades conectadas y diversidad de cultura. No es inocente pensar que podemos tener eso, lo que sí es inocente es pensar que podemos simplemente sentarnos y obtenerlo», dijo en una entrevista con el diario británico The Guardian, de la que se hizo eco FayerWayer.
Esta semana nos ha llamado la atención un artículo firmado por Rocío Posadas, la gerente de Marketing de Consumo de Intel en América Latina, que llevaba por título El computador no ha muerto; se ha reinventado ¡Larga vida al PC!. En su escrito, publicado en DiarioTi.com, Posadas reflexiona sobre cómo los distintos dispositivos a nuestro alcance (sobremesas, portátiles, tablets) se complementan porque cada uno de ellos es idóneo para un momento y una necesidad determinados. «Mientras las tabletas brindan a los usuarios movilidad y ligereza para la ejecución de las tareas más comunes de la rutina diaria y son óptimos dispositivos para el entretenimiento y consumo de contenido, los notebooks ofrecen alto rendimiento, capacidad de creación y productividad sin igual», explica esta directiva de Intel.
El ordenador de sobremesa y el portátil tienen larga vida, expectativas que no comparte el sistema operativo Windows XP, cuyo penúltimo parche se ha publicado esta semana, según nos cuentan en The Inquirer. La lectura del artículo pone los pelos de punta: «Si a estas alturas todavía hay vulnerabilidades críticas tan graves como la que afecta a Internet Explorer, y que ha estado al alcance de prácticamente cualquiera desde enero, da bastante pánico pensar que a partir del ocho de abril todos los usuarios estarán solos ante el peligro». Nostálgicos del XP: toca renovarse.