Información muy a tener en cuenta: Microsoft pronto obligará (amablemente) a actualizar Internet Explorer, titulan en Genbeta.com. «Todos esos usuarios», escriben en este artículo en relación a los usuarios que no han actualizado este navegador, «deberán estar atentos al anuncio que ha realizado hoy Microsoft: las versiones antiguas de Internet Explorer no tardarán demasiado en dejar de tener algún tipo de soporte. Es decir, si tenéis Internet Explorer tal como vino al instalar el sistema, puede que convenga abrir Windows Update para instalar una versión más reciente».
La noticia positiva de la semana son los datos del mercado de los ordenadores sobremesa. Sus ventas subieron el 14% en el segundo trimestre del año. «Las ventas conjuntas de ordenadores de escritorio, ordenadores portátiles y tabletas sumaron 123,9 millones de unidades, según las cifras de la firma de análisis de mercado Canalys», podemos leer en ITespresso.es.
En Teknautas, sección de tecnología de Elconfidencial.com, nos ofrecían esta semana un interesante artículo que será del gusto de muchos internautas y no tanto de las industrias discográfica y cinematográfica. El título: Los 15 bulos sobre la piratería en España que no te deberías creer. «Que si somos el país en el que más se descarga, que si no valoramos la cultura, que si bajarse música es delito… En nuestro país se cuentan muchas mentiras o medias verdades sobre las descargas en internet. Ante esto, conviene ir desmintiendo algunas», leemos en esta enumeración de «mitos y leyendas sobre las descargas».
El artículo trivial que más nos ha llamado la atención durante esta semana asegura que Internet dicta el canon de belleza de los nuevos tiempos. «Nuestro acceso a la red podría estar determinando lo que encontramos más atractivo y deseable en el sexo de nuestra preferencia», afirman en Belelu.com. Un estudio de la Universidad Saint Andrew de Escocia y publicado en el sitio plosone.org, prueba que los encuestados que tenían acceso a internet, determinaron como más bellos a los hombres más viriles y a las mujeres más femeninas y delgadas. Quienes no cuentan con conexión a la red, en cambio, prefirieron las fotos más alejadas del canon. Da que pensar: «Nuestro deseo parece no ser nuestro, sino una suerte de acto reflejo».
