Hoy en día depende mucho de si tenemos 3G o 4G LTE en nuestros móviles, o si en nuestra casa tenemos un ADSL tradicional o una conexión de fibra óptica. Pero aún así, a veces nos seguimos quejando de lo lentas que llegan a cargar algunas páginas web y del poco esfuerzo que dedican los responsables de los navegadores a exprimir cada milisegundo de carga.
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