Como en el chiste del dentista cuyo paciente le sujetaba por sus partes mientras decía “no nos vamos a hacer daño, ¿verdad?” la casa californiana y la surcoreana mantienen una enconada rivalidad en múltiples frentes, incluyendo demandas judiciales, pero en la trastienda continúan suscribiendo lucrativos acuerdos como el que acaban de firmar para que Samsung suministre a Apple los procesadores A9 que se montarán en el futuro iPhone.
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