Saltar al contenido

Cómo convertir vuestro centro educativo en una escuela digital

La digitalización de los centros educativos es una de las grandes asignaturas pendientes de la enseñanza en España. La entrada en escena de la pandemia del virus causante de la COVID-19 ha hecho aún más necesario aprobar esta materia y consolidar de una vez por todas el modelo de la escuela digital. Os damos todas las claves de la digitalización del proceso educativo y os explicamos cómo BEEP puede ayudar a vuestra escuela o instituto a poner en marcha un sistema de educación digital.

¿Sois un centro educativo y queréis implantar la educación digital? ¡Contactad con nosotros!

El aula de informática pertenece al pasado

En los años 80, la informática entró en los colegios a través del aula de informática. La reclusión de los equipos informáticos en un solo espacio ya daba la idea de que la informática se consideraba como una asignatura u objeto de aprendizaje más, y no como una herramienta para aprender en todas las materias. Han pasado décadas desde entonces, disponemos de portátiles y de conexiones a internet, pero muchos alumnos siguen yendo todavía al aula de informática, o aula TIC.

«Los ordenadores deben ir a la clase, y no al revés», resume el responsable del mercado educativo en la cadena de informática BEEP, Albert Loran

Un alumno, un ordenador

La escuela digital consiste en que cada estudiante (y cada profesor) tenga su propio portátil.

Con el impulso acelerado que la pandemia ha dado a la educación digital y online, se está afianzando la fórmula según la cual la administración pública provee un equipo informático para el uso personal de cada alumno en clase. El portátil pertenece a la escuela, no al estudiante, pero la utilización es personal por cada niño o niña dentro del perímetro del centro escolar.

Este modelo llega con mucha fuerza por la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, que llegó a obligar a un precario sistema de escuela en casa desde el pasado mes de marzo y hasta el final del curso escolar.

No es un sistema nuevo, ya que hace más de 10 años, el Gobierno español y las comunidades autónomas impulsaron planes para digitalizar las clases. Estas iniciativas consistían en sufragar un portátil de uso personal para cada estudiante. Pero se trata de iniciativas que, en su gran mayoría, perdieron continuidad por falta de financiación.

En los últimos años, los centros han abordado de diferentes maneras la creciente necesidad de que los escolares cuenten con un portátil para una utilización lectiva.

¿El smartphone para tareas lectivas? No, gracias

Durante los últimos años, algunos profesores han intentado que el smartphone del alumno en niveles de secundaria sea una herramienta para algunas tareas lectivas.

«Pero el móvil del escolar», apunta Albert Loran, «no es de ningún modo la herramienta adecuada. Para empezar, porque su diseño y la reducida dimensión de su pantalla, lo desaconsejan como instrumento para la formación. Después hay otras consideraciones no menos importantes, como que estás obligando a adquirir un smartphone a padres que, por presupuesto o por principios, no quieren comprar un móvil a su hijo o hija adolescente».

Que cada alumno se traiga un portátil de casa: mala idea

Una opción que a lo largo de los últimos años ha demostrado ser un fracaso ha sido la de que los alumnos se traigan un equipo portátil de casa. Se trata de la política conocida como Trae tu propio dispositivo (Bring Your Own Device, BYOD).

Como teoría, es una buena idea que cada niño traiga su propio portátil, que puede ser ese equipo que alguno de sus padres ha dejado de utilizar. Sin embargo, en la práctica, este modelo se ha demostrado poco eficaz.

«Primero, porque cada niño trae un equipo con unas capacidades muy diferentes. Así, tenemos al estudiante que te viene con un portátil de tercera mano que tarda una eternidad en arrancar, al escolar que trae un equipo que se ajusta a los requisitos recomendados por el centro, y al alumno que se presenta con un MacBook de tan solo dos años de antigüedad. En el caso del ordenador de alta gama, la iniciativa de BYOD ha sido la excusa perfecta para que uno de sus progenitores decida comprar un ordenador nuevo».

Esta disparidad es negativa en términos educativos, porque crea estratos y fragmenta la cohesión de la clase. Además, hay ordenadores más lentos que otros, lo que dificulta el proceso de aprendizaje. Y, para acabar, el profesor no tiene ningún tipo de control ni capacidad de supervisión sobre el dispositivo que el estudiante tiene en su pupitre. Eso quiere decir que el alumno podría estar navegando por sitios web inapropiados, o estar haciendo fotos a sus compañeros de aula.

¿Equipos financiados por los padres?

El centro educativo podría decidir un modelo de portátil y contar con la financiación por los padres del nuevo equipo. Se trata de una alternativa que, en la enseñanza pública, tiene un gran inconveniente.

«Si los padres son quienes deben sufragar el equipo, ni se les puede obligar a comprarlo, ni tampoco a adquirir un modelo determinado», argumenta Albert Loran

El portátil es de la escuela y de uso personal del estudiante

Éste es el modelo que los centros escolares públicos están potenciando ahora. Los portátiles, propiedad del centro educativo, son usados por los menores en el día a día escolar.

«Hay comunidades autónomas, como País Vasco y Navarra, que nunca han dejado de desarrollar esta fórmula», afirma Albert Loran. «Hace ya muchos años que estos gobiernos autonómicos llevan adelante un plan de digitalización de las aulas». Los equipos son sufragados por la administración autonómica para que los niños los utilicen dentro del colegio o instituto.

«Se trata de portátiles que, en principio, los alumnos no deberían llevarse a casa. Y son equipos, también, que cambian de manos cuando el estudiante cumple su ciclo educativo en el centro».

«En las escuelas públicas navarras y vascas, los contenidos educativos se han adaptado en los últimos cursos a un formato de enseñanza digital, con profesor y alumnos equipados con portátil, y con PDI o monitor interactivo. Todo el material se ha diseñado para ser empleado en soportes informáticos».

Planes de digitalización de las aulas: los retos

Más del 60% de las aulas de ESO y de bachillerato en España tienen todavía pendiente su digitalización, su incorporación al modelo de la escuela digital. Digitalizar el colegio presenta muchos desafíos.

Compromiso de las administraciones públicas: un portátil para cada alumno

Que los gobiernos autonómicos se vuelquen de forma decidida en la escuela digital, con la financiación de portátiles para su uso por los alumnos.

Las principales rémoras son la insuficiencia de fondos públicos y el cuello de botella en el mercado de portátiles para uso escolar (la demanda de las escuelas sobrepasa ahora la capacidad de producción de las marcas de informática)

monitor-interactivo

Instalación en la clase de un monitor interactivo

La clase necesita un monitor interactivo. Así los alumnos pueden participar e interaccionar desde su portátil en esta gran pantalla que pueden ver desde todos los pupitres.

Disponibilidad de WiFi

Sin una red WiFi bien dimensionada, que garantice suficiente ancho de banda para todos los alumnos, la escuela digital no puede arrancar. Sin internet, no hay enseñanza digital. En otras palabras, sin un WiFi con suficiente caudal, los portátiles pierden buena parte de su sentido y utilidad.

Muchos centros escolares necesitan reforzar su red WiFi. Y es que se da el caso de colegios con un Wifi que solo puede atender a decenas de alumnos, cuando el número de estudiantes se cuenta en centenares

‘Cambio de chip’ de los centros educativos

Las escuelas tienen que cambiar la forma de enfocar la enseñanza. «Ya no se trata del binomio libros y ordenadores, sino de que los colegios integren el uso del portátil y los contenidos digitales en la actividad lectiva».

Actualización ‘digital’ de los profesores

Si el modelo de aprendizaje en las aulas se transforma, quien debe liderar esa transformación en la clase es el profesor. Muchos de estos profesionales, tan importantes en nuestra sociedad, necesitan ganar competencias digitales para adaptarse al nuevo modelo.

En comunidades autónomas como País Vasco y Navarra, en los que la escuela digital es el estándar en la enseñanza pública, los docentes están obligados a hacer cursos de capacitación digital. En otras autonomías, esta formación en nuevas tecnologías es opcional.

Incluso el profesor de Educación Física tiene que ser competente en el uso de las nuevas tecnologías. La razón es que debe registrar la evolución del alumno y el logro de las competencias físicas requeridas en un entorno de evaluación digital.

Los grandes desafíos que presenta esta puesta al día son la reticencia al cambio de algunos docentes y la barrera generacional que supone que todavía no haya profesores que sean nativos digitales.

A modo de apunte, cuando hablamos del calificativo nativo digital, lo hacemos en su significado más estricto. Todavía no hay profesionales de la enseñanza en las escuelas e institutos que hayan nacido después de la creación de YouTube (2005) o Facebook (2004), o de la generalización del correo electrónico como herramienta laboral (finales de los años 90)

Disponibilidad de contenidos educativos digitales

Las empresas editoriales dedicadas a la creación de contenidos lectivos deben intensificar el impulso de los formatos digitales.

Reinterpretación del trabajo en grupo de los estudiantes

Los trabajos de grupo o en equipo siempre han sido una magnífica manera de aprender junto a otros y de aprender a trabajar con otros. Saber colaborar con otras personas es una habilidad muy atractiva en el mercado laboral.

En los últimos tiempos, las escuelas han potenciado el trabajo en grupo a través de proyectos educativos. Con el modelo de la escuela digital, el trabajo online que cada alumno hace desde su ordenador, pasa a ser mucho más importante. Una de las ventajas de esta forma de abordar el trabajo en equipo es que los estudiantes pueden avanzar en el itinerario del proyecto sin necesidad de quedar de forma presencial en horas no lectivas.

Gracias al trabajo por grupos en entornos online, los escolares pueden ir haciendo sus aportaciones a un mismo documento de forma simultánea

Aprovechamiento de la escuela digital para mejorar las perspectivas laborales de los estudiantes

Una enseñanza digitalizada fomenta la capacitación informática y tecnológica de niños y niñas. Esas habilidades les resultarán muy útiles en el futuro, cuando entren en el mercado laboral. «El 60% de los trabajos y especializaciones profesionales que harán los alumnos de ahora, aún no han sido creadas», resume Albert Loran.

La escuela digital favorece que los estudiantes de hoy sean los mejores candidatos para los puestos de trabajo de mañana

Definición de la metodología educativa

Más allá del concepto de escuela digital, cada escuela debe encontrar su metodología, su forma de abordar unas clases digitalizadas. No hay metodologías buenas o malas, porque mandan los objetivos pedagógicos.

En líneas generales, hay dos grupos de metodologías y de modelos pedagógicos en función de cómo se abrazan las nuevas tecnologías.

«El gran debate es qué porcentaje de la educación debe ser multimedia y digital, y qué porcentaje debe ser poner los codos y manipular apuntes de papel», asegura Albert Loran.

«El modelo debe ser híbrido, pero cada escuela tiene una idea diferenciada de cómo se debe expresar esa combinación de lo digital y lo físico (el papel)»

El portátil debe ser la ‘mochila’ del niño

Es decir, buena parte de la actividad lectiva debe tener como estación central el ordenador del profesor y el ordenador del alumno.

Ordenador, libro, libreta y ‘boli’

El otro paradigma entiende que no todo el proceso de aprendizaje debe pasar por el uso del portátil del estudiante. Esta corriente dice que leer en papel y tomar notas por escrito tiene mucho valor y estimula el aprendizaje. Y añade que son rutinas que deben complementar el empleo del ordenador.

Deseáis que vuestro colegio sea digital: ¿Por dónde empezar?

Los centros educativos evolucionan de forma imparable hacia el modelo de escuela digital. La COVID-19 ha sido un acelerador de transformación hacia una educación digitalizada, que beneficia el proceso de aprendizaje.

Por tanto, si vuestro colegio o instituto aún no ha puesto camino hacia esta fórmula de enseñanza, es el momento de trazar un plan

Vuestra tienda BEEP, con el apoyo de BEEP Educación, os echará una mano en todo este proceso

Haced vuestra escuela digital con BEEP

¿Qué modelo de escuela digital promovéis?

En el marco de la escuela digital, conviven diversos modelos o metodologías pedagógicos. La definición de cada modelo depende de hacia donde se dirija el uso del portátil por el alumno, del tipo de contenido que se trabaje y de muchos otros factores.

Saber qué tipo de educación digital queréis hacer es relevante porque influye en la elección de los equipos y de los programas informáticos. Además, a partir de ahí, la escuela tiene más claro qué clase de contenidos digitales de enseñanza encajan mejor.

Consultoría y asesoramiento

Si tenéis claro el modelo de clases que vuestro centro quiere hacer, os ayudamos a decidir qué dispositivos, equipos y qué programas se ajustan mejor a vuestra visión.

En caso de no saber qué modelo seguir, aquí estamos para que tengáis toda la información relevante a la hora de establecerlo. Para ello, os explicamos todas las herramientas, de hardware y de software, que están a vuestra disposición

La escuela digital, ‘llaves en mano’

BEEP se encarga de todo lo que hace falta para crear una escuela digital desde cero.

En una primera fase, y a partir del modelo y de los requisitos definidos por el centro, el centro decide qué equipos —portátiles, PDIs, monitores interactivos, etc— y softwares y soluciones de educación son necesarios.

En esta primera etapa, BEEP evalúa el sistema de WiFi de la escuela, para saber si hace falta mejorarla y reforzarla.

Cuando el modelo de escuela digital ya ha sido definido, se instalan y configuran los equipos y todos los programas necesarios, también los softwares educativos.

BEEP ofrece todo el apoyo y asesoría, y forma a las personas clave del colegio o instituto. Lo habitual es capacitar a un grupo reducido de profesores, unos superteachers que trasladarán todo ese conocimiento a sus compañeros.

¿Qué elementos componen la escuela digital?

Tecnología

  • Portátil para alumnos y profesores (Chromebook o portátil Windows)
  • Red WiFi en la escuela dimensionada para el número de alumnos y profesores
  • Puntos de acceso de internet con tarjetas SIM. Para que los alumnos de familias vulnerables puedan seguir las clases desde su hogar en caso de restricciones de movimiento por la pandemia.
  • Pizarra Digital Interactiva (PDI) o monitor interactivo
  • Software de administración, comunicación y control para la enseñanza (G-Suite de Google o Intune de Microsoft). Para uso por los docentes.
  • Software MDM (Mobile Device Management) para monitorizar y garantizar un entorno educativo seguro para los escolares. Para uso por los profesores.

Contenidos de educación

  • Contenidos educativos elaborados por editoriales especializadas
  • Materiales educativos publicados online por el mismo centro
  • Vídeos, imágenes, textos y ejercicios que pueden tener una aplicación educativa y que están disponibles en internet. Se pueden encontrar en plataformas para compartir vídeos como YouTube, en sitios web con una orientación educativa, etc.

Docentes con mentalidad de escuela digital

El talento humano —los profesores— es un factor clave para el éxito de la escuela digital.

Los docentes deben tener las habilidades digitales suficientes para plantear las materias y los contenidos lectivos haciendo uso de archivos digitales, de equipos informáticos y de la gran herramienta para la educación que puede ser internet

Demanda de portátiles para escolares: cuello de botella

En los los años 2021 y 2022, la informatización de los centros educativos, públicos, concertados y privados, va a ser muy intensa.

Administraciones públicas, colegios y familias quieren imprimir la máxima velocidad posible a este proceso de digitalización de las aulas. Pero el cambio de paradigma a que obliga la COVID-19, presenta un gran obstáculo. Y ese freno es el cuello de botella en el mercado de portátiles para uso escolar.

En 2020, año de inicio de la pandemia, las consejerías de salud encargaron centenares de miles de portátiles, pero solo ha llegado una parte de esos pedidos. La demanda creció tanto el año pasado, a causa de la urgencia por digitalizar las clases en todo el mundo, que las fábricas de portátiles no alcanzan a abastecer a todo el mercado

«Solo Japón compró 4 millones de portátiles para escolares en 2020; y Alemania, 2 millones», informa Albert Loran.

Con un prisma positivo, lo que está claro es que la sociedad, los fabricantes y los centros educativos están dando la máxima prioridad a un modelo educativo basado en contenidos digitales.

BEEP Educación

BEEP es una cadena de informática de proximidad que aporta la tecnología y las soluciones que vuestro centro educativo necesita. Con todo el apoyo y el asesoramiento para lograr el modelo educativo que vuestra escuela o instituto persigue.

El Blog de BEEP ha elaborado posts en los que se pone de relieve la vocación de la marca por el mundo educativo.