¿Qué vas a ver aquí?
¿Te va lento el ordenador? Te proponemos varios consejos para poner remedio a este problema. Consigue que tu portátil u ordenador de sobremesa funcione con más rapidez y con más reflejos.
Un ordenador lento obstaculiza el teletrabajo
Un ordenador que va lento o que no responde es una fuente de frustración. Es frustrante en tu tiempo de ocio y, sobre todo, cuando lo utilizas para trabajar. Con el auge del teletrabajo, aún es más necesario que el ordenador sea veloz y fiable.
La escuela en casa también demanda ordenadores ágiles. Recordemos que la escolarización desde el hogar es un formato de aprendizaje escolar que, incluso cuando la pandemia del coronavirus haya sido superada, seguirá siendo importante.
Podría ser que el ordenador se haya quedado obsoleto, es decir, que ya tenga unos años. En ese caso, deberás ir pensando en renovarlo.
La otra opción es que el ordenador necesite una puesta a punto. En esta guía te explicamos todas las comprobaciones y acciones que puedes emprender para que tu equipo gane en velocidad y en prestaciones.
Indicios de que el equipo va lento
¿Cómo saber si tu ordenador va lento?
Hay una serie de indicios, pero te aseguramos que, si tu equipo tarda en hacer las cosas, lo vas a notar enseguida.
Una primera señal la adviertes cuando ejecutas un software, y el ordenador tarda una eternidad en abrirlo. Otra forma de saber si el equipo se muestra remiso a funcionar con agilidad es abrir varios softwares (dos o tres) a la vez. Si el portátil o sobremesa sigue funcionando bien, ello significa que sigue siendo rápido, que tiene capacidad de respuesta. Si se bloquea o tarda mucho en completar las tareas que vas acometiendo, el equipo ha perdido velocidad.
Administrador de tareas de Windows: Tu mayor aliado
El Administrador de Tareas del sistema operativo Windows es como un tablero de control de la salud de tu ordenador personal.
Se trata de una herramienta fundamental. Con el Administrador de Tareas puedes saber qué programas están exigiendo un sobreesfuerzo al procesador y cuánta memoria está consumiendo cada cosa
Cómo abrir el Administrador de Tareas
Una forma sencilla de abrir el Administrador de Tareas es situar el cursor en la Barra de tareas, hacer clic con la parte derecha del ratón y elegir Administrador de Tareas en la lista de opciones.
También puedes abrir esta herramienta combinando las teclas Control + Alt + Suprimir.
Cierra un programa que se resiste
Uno de los usos más habituales del Administrador de Tareas es el de forzar el cierre de una aplicación que se estaba ejecutando y que se te ha quedado colgada. Otras veces la quieres cerrar, sencillamente, porque la aplicación o proceso en cuestión te está ralentizando el equipo.
Abre el gestor de tareas, te sitúas encima del programa en cuestión, haces clic con el botón derecho del ratón y seleccionas Finaliza la tarea.
Monitoriza el sistema
La lista de tareas se divide, por defecto, en Aplicaciones y Procesos en segundo plano. Es un tablero de control que se actualiza de forma constante, con las diferentes columnas refrescando sus datos y porcentajes en todo momento.
Un buen consejo es dejar que el Administrador de Tareas esté en marcha durante unos minutos. Durante ese rato, límitate a observar cómo evolucionan los diferentes niveles de utilización de recursos del PC:
- CPU (Procesador)
- Memoria
- Disco
- Red
- GPU (Unidad de procesamiento gráfico)
¿Qué softwares y procesos consumen más recursos?
Presta atención a las aplicaciones que aparecen arriba del todo en cada columna, que son las que más recursos consumen de cada concepto (CPU, memoria, etc).
Asegúrate de que las aplicaciones están ordenadas, de arriba a abajo, desde la que más recursos utiliza (arriba del todo) hasta la que menos (abajo del todo).
Si no fuese así, clica en el encabezamiento de cada columna, por ejemplo, en el hueco donde pone CPU y donde se actualiza el porcentaje de CPU (capacidad del procesador) que está utilizando el ordenador. Si haces eso, todas las aplicaciones y procesos se ordenarán, de arriba a abajo, según el nivel de consumo de recursos que exijan a la CPU. Cada vez que hagas clic, estarás ordenando aplicaciones y procesos según el uso de la CPU: ya sea de mayor uso a menor uso, o bien de menor uso a mayor uso.
Fíjate especialmente en aquellos procesos que aparecen en la parte de arriba con un mayor uso de memoria o de CPU. Si el nombre de algún proceso te resulta incomprensible, puedes buscarlo en Google para saber de qué se trata.
Principales causas de que tu ordenador vaya a paso de tortuga
Los motivos de que tu ordenador vaya muy lento pueden ser muchos. Pero hay una serie de causas que se dan con más frecuencia:
Virus y malware
Si tu equipo tiene un virus o malware, el rendimiento se resentirá. Por tanto, una de las primeras acciones es pasar el antivirus y programas específicos para la eliminación de malware.
Escaneo de tu antivirus
Los softwares antivirus pueden frenar tu sistema operativo cuando están funcionando a la búsqueda de virus y malware.
Si puedes programar la hora en que el antivirus se activa, hazlo en un momento en el que lo más probable es que no vayas a usar el PC. Por ejemplo, por la noche o a la hora de comer.
Softwares que se abren con el ordenador
Si al ordenador le cuesta arrancar, es probable que haya demasiados softwares que estén configurados para abrirse tan pronto enchufas el equipo. Puedes decidir la lista de aplicaciones y servicios que arrancan cuando inicias el ordenador.
Existen dos maneras de cambiar las aplicaciones que se ejecutarán automáticamente al iniciarse Windows 10:
1. Selecciona el botón Inicio y luego Configuración > Aplicaciones > Inicio. Asegúrate de que esté Activada cualquier aplicación que quieras que se ejecute en el inicio.
2. Si no aparece la opción Inicio en Configuración, haz clic con el botón derecho en el botón Inicio, selecciona Administrador de tareas y luego selecciona la pestaña Inicio. (Si no aparece la pestaña Inicio, selecciona Más detalles). Selecciona la aplicación que quieras cambiar. Luego elige Habilitar para ejecutarla en el inicio, o Deshabilitar, para que no sea así.
Sobrecarga del navegador
El navegador es muchas veces el culpable de que el equipo se haga el remolón. Eso ocurre cuando tienes abiertas muchas ventanas y pestañas. Cada ventana y cada pestaña consume memoria y capacidad de procesador, lo que acaba redundando en un ordenador espeso.
Para ver cuantas pestañas y extensiones tienes abiertas, ve a Administración de Tareas y haz click en la flechita que hay a la izquierda del nombre de tu navegador.
Si utilizas el navegador Chrome, es bueno que sepas que tiene un administrador de tareas propio. Lánzalo combinando las teclas Shift+Esc cuando usas Chrome.
Otra opción es ir al menú de Chrome, a Más herramientas. Después, ve a Gestor de tareas.
Si adviertes que tu navegador ralentiza a menudo tu PC, prueba a cambiar de navegador. Asimismo, también es una buena idea que tomes conciencia del número de pestañas y ventanas que tienes abiertas al mismo tiempo. ¿Es necesario tener abiertas tantas cosas?
Medidas para imprimir velocidad al equipo
Hay un amplio rango de métodos para solucionar los problemas de velocidad y para dar agilidad a tu ordenador. Te proponemos algunas soluciones que acelerarán el funcionamiento de tu equipo, ni que sea de forma temporal.
Revisa el espacio de almacenamiento disponible y la salud del disco duro
Si tu disco duro o SSD se queda sin espacio o se está haciendo viejo, te puede dar problemas. Por supuesto, el equipo va a ir más despacio.
Ten presente que, para que te testeen tu disco duro, lo puedes llevar a tu tienda BEEP. El servicio técnico de la tienda te atenderá gustosamente.
En los ordenadores de sobremesa con torre, lo más sencillo es ampliar la capacidad de disco duro.
Deja un 25% de disco duro libre
Como regla general, deja un mínimo de entre el 10% y el 15% de espacio de disco duro libre. Con ese margen, el equipo no experimentará ralentizaciones exageradas causadas por una baja capacidad de almacenamiento. El porcentaje ideal es del 25%. Así, si tu portátil tiene un disco duro de 1000 gigas, intenta dejar libres, al menos, 250 gigas.
Asegúrate de que internet funciona bien
Si estás utilizando el navegador y te va lento, podría ser que el origen del problema sea la conexión de internet. Haz pruebas de velocidad para confirmar que todo está en orden.
Si pones «prueba de velocidad de internet» en Google, te surgirán diferentes sitios web que mesuran la velocidad de tu conexión.
Cierra el software cuando ya no lo utilices
Cerciórate de que no está funcionando en la bandeja de notificaciones, al lado de los indicadores de Wi-Fi y de volumen. Vigila, porque hay algunas aplicaciones que siguen activas en un segundo plano, a pesar de que las hayas cerrado.
Elimina los programas que ya no utilices. En su momento, instalaste varios softwares que has dejado de usar. Ha llegado la hora de suprimirlos, porque lo único que hacen es ocupar espacio de disco, consumir memoria y ralentizar el ordenador.
Cierra las pestañas del navegador que no estés usando
Como hemos explicado, la acumulación de ventanas y de pestañas entorpece el funcionamiento del equipo.
Pausa el proceso de sincronización de OneDrive
OneDrive es el servicio de almacenamiento en la nube de Microsoft. Cuando haya una sincronización, ponla en pausa.
Pasa el antivirus en horas en que no uses el ordenador
Ya hemos explicado que el escaneo que hace el antivirus, hace que el equipo vaya más lento. Pásalo en horas del día en que no estés utilizando el ordenador. Asimismo, el antivirus puede localizar amenazas que estén frenando al equipo.
Mantén el software actualizado
Mantén el sistema operativo actualizado (Windows Update). Y mantén también al día el resto de softwares y aplicaciones. Cuando actualizas un software, reemplazas archivos de sistemas que pueden haberse vuelto corruptos con el tiempo.
Desactiva los efectos visuales de Windows 10
Se trata de una medida sencilla para revitalizar equipos antiguos y de menos potencia.
Para desactivar las animaciones de Windows 10, clica con el botón derecho del ratón sobre el botón de Windows y entra en Sistema. Desde ahí, dirígete a Configuración avanzada del sistema y, en la pestaña de Opciones avanzadas selecciona Rendimiento > Configuración.
Si optas por Ajustar para obtener el mejor rendimiento, se desactivarán todas las animaciones.
Limita el número de softwares que se abren con el ordenador
Como ya te hemos explicado, puedes decidir qué softwares se abren de forma automática cuando arrancas Windows. Intenta que sea el menor número posible de programas.
Apaga el ordenador
No te limites a reiniciarlo. Apágalo. Desenchúfalo. Y deja que pasen unos cuantos minutos. Así el ordenador puede limpiar la memoria y comenzar fresco cuando lo vuelvas a encender.