Cada vez escribimos menos con boli y papel: el teclado -físico o virtual- se ha convertido en el acompañante de nuestro día a día y ha reemplazado a esos dos elementos, algo que está comenzando a tener impacto en la educación. La introducción de dispositivos como portátiles y tablets en el aula provoca desde hace tiempo un gran debate sobre su efectividad, pero en Finlandia han ido un paso más allá.
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