Internet no es gratis, y las redes sociales que visitas a diario tampoco, puesto que pagas con tus datos personales. Este es un mensaje que se lleva varios años tratando de inculcar en la sociedad. Mucha gente es consciente de ello, e incluso la justicia está empezando a actuar los casos de servicios como Facebook o WhatsApp, pero esto es sólo la punta del iceberg.
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