Google Chrome tiene un importante problema de consumo de recursos del sistema que terminan comprometiendo su rendimiento. Cuando llegó al mercado era el más rápido y ligero, sorprendiendo a propios y extraños con su desempeño. Poco a poco, se ha convertido en un auténtico “comilón” de memoria RAM y demás recursos. Google es consciente de la situación y la versión 53 del navegador, que llegará a partir del mes de septiembre, promete mejorar un 47% el rendimiento.
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