El anuncio de que Microsoft dejará de dar soporte a Windows XP en abril de 2014 supone el fin de una era, y aunque muchas empresas aún cuentan con una importante base instalada de equipos basados en la antigua plataforma, representa una oportunidad para que hagan sus TI más seguras, móviles y productivas y respondan a las demandas del trabajador moderno. Como explica Erwin Visser, director general de Windows Commercial en su blog, “pasar de Windows XP a una plataforma más moderna con Windows 7 y Windows 8 preparará su infraestructura de TI para las soluciones tecnológicas del futuro y el crecimiento de su empresa”.
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