Desde hace bastante tiempo la mayoría de navegadores tiene un modo privado que sirve principalmente para, como su nombre indica, visitar una página web de forma privada, borrando las cookies y los archivos temporales nada más cerrar la pestaña de navegación. Sin embargo, aunque cumplen con lo prometido anteriormente, parece ser que no es suficiente para que el uso de esta funcionalidad se pueda considerar totalmente privado.
Sigue leyendo en Softzone.es