Nunca se habían movido tantos datos como ahora. Y se espera que se muevan aún más en el futuro. Vivimos en la sociedad del conocimiento y del acceso a internet en cada dispositivo. Estamos permanentemente conectados, recibiendo información y compartiéndola. Según el Informe Cisco VNI (Visual Networking Index) sobre Tráfico Global de Datos Móviles 2012-2017, el tráfico global de datos móviles se multiplicará por 13 en los próximos cinco años, alcanzando los 11,2 Exabytes mensuales o 134 Exabytes anuales, lo que supone un aumento interanual del 66% en dicho período. Nos lo explican en DealerWorld, y nos dan las claves: “Este importante crecimiento se debe, en parte, al incremento exponencial en el número de conexiones móviles a Internet (dispositivos personales y conexiones máquina a máquina o aplicaciones M2M), que superará a la población mundial prevista para 2017 (aproximadamente 7.600 millones de personas según la ONU).”
A esta creciente marea de datos contribuye en gran manera el éxito de las redes sociales. Un éxito que tiene su reverso en la pérdida de intimidad de las personas. Esta semana, la edición online de El País extraía “lecciones de privacidad de Facebook”. Y describía momentos bochornosos: “¿Por qué mi padre puede ver mis fotos de la otra noche en la discoteca?”. “Seguramente”, se contestaba en el artículo, “porque las subiste tú y no caíste en que le tienes como amigo y no pusiste ninguna restricción”. Los responsables de Facebook son conscientes de que la privacidad es un reto: “La mayor parte de los quebraderos de cabeza y disgustos en la red social tienen que ver con la privacidad. Dentro del servicio lo saben, de ahí que gran parte de sus esfuerzos se centren en mejorar este aspecto”. Así que, cada vez movemos más datos, aunque no sabemos si cada vez tenemos menor control sobre ellos.