El protagonista indiscutible de esta semana ha sido el smartphone (y sus primas hermanas, las tabletas), que ha dado fe de su supremacía en Barcelona, en el salón más importante del mundo de esta categoría, el Mobile World Congress (MWC). Con cada nueva edición, la feria del móvil es un evento más grande, porque más grande se vuelve el mercado de los dispositivos móviles. Vivimos una fiebre por los dispositivos móviles conectados a internet, sean smartphones, tabletas o phablets.
Muchos de los reyes de la tecnología, de sectores muy dispares, estuvieron presentes en la ciudad mediterránea, lo que prueba que la movilidad lo inunda todo. Todas las empresas de tecnología orientadas al gran público o al mercado empresarial se están adaptando a una nueva forma de consumir tecnología: más móvil, con menos limitaciones, en cualquier sitio y en cualquier momento. El conferenciante estrella fue Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook. «Queremos conectar el mundo», anunció. Para Zuckerberg, pudimos leer en Siliconnews, «el acceso a la red es equiparable al acceso a servicios básicos. No en vano ha comparado la forma del proyecto que respalda con las llamadas a servicios al ciudadano como el 112, siempre gratuitos. Para Zuckerberg, internet tiene que ofrecer algunos servicios básicos –mensajería instantánea, aplicaciones sociales e información metereológica- de forma gratuita».
El otro emprendedor al que todos esperaban era Jan Koum, el fundador de WhatsApp, empresa de la que, precisamente, se havía anunciado la venta a Facebook unos días antes de la celebración del MWC. El País dedicó un artículo a destacar el aspecto de «hombre cualquiera» de Jan Koum, el fundador de WhatsApp, y a comentar el backstage del salón, lo que se cuece entre bambalinas: «[Koum] no se quitó su uniforme de hombre corriente, con su chaquetilla de saldo, jersey gris de baratillo y vaqueros gastados (como recién salido de un Lefties). El físico tampoco ayuda: calvillo, de rostro más vulgar que feo, sin ningún rasgo que siquiera le haga singular como a los feos ilustres, hablar titubeante y enclenque dialéctica, más bien parece un parroquiano de un kebab. Al menos Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook que le ha hecho multimillonario, luce ricitos, mujer exótica y le han hecho una peli».
En esta nueva edición del salón del móvil (o, mejor dicho, del smartphone y la tableta), una de las novedades a destacar es la fuerza que está adquiriendo el phablet, dispositivo a medio camino del smartphone y de la tableta. Los phablets ganan terreno en el MWC, titulaba ITespresso. «Hace apenas un año», leemos en el artículo de ITespresso, «daba pudor llevárselo al oído para charlar con tus amigos, dado su tamaño que se asemejaba a un ladrillo. Una sensación muy similar a la que producían en los ochenta los primeros móviles. Sin embargo, durante esta edición del Mobile World Congress parece que están ganando cada vez más presencia los phablets y no hay fabricante que se precie que no haya presentado al público su smartphone con pantallas superiores a las 5 pulgadas».
Entre los nuevos modelos de smartphone, la prensa especializada ha resaltado el Samsung Galaxy S5, del que hicieron un primer análisis los expertos de The Inquirer. «Es el dispositivo de referencia y para él se han reservado novedades en el diseño, un sensor de seguridad biométrica o un uso más inteligente de las prestaciones capaz de estirar al máximo los miliamperios de la batería». El otro gran debut fue el de Sony Xperia Z2 Tablet, tableta que fue estudiada por los especialistas de Paelladebits.cat.
De aquí a un año, de nuevo en Barcelona, habrá más novedades en movilidad, el segmento de mercado que más innovación y más dinamismo está trayendo al mercado tecnológico.
