Ya están preparando el obituario de Windows XP, que pasará a mejor vida el próximo 8 de abril tras… 13 años en activo. En El País hacen una crónica de una muerte anunciada. Un deceso que habrá tardado mucho tiempo en llegar a causa del gran éxito de este sistema operativo. «La popularidad le dio una prórroga, pero no le ha servido para salvarse», podemos leer en el mencionado diario online. “Ya no vamos a hacer parches de seguridad, ni asumir problemas legales. Se acabó el soporte, no habrá, ni gratis, ni de pago”, explica Fernando Calvo Velilla, director de Windows en Microsoft Ibérica. «Este paso [el fin de cualquier tipo de soporte] quiere incentivar la adopción de Windows 8, estrenado a finales de 2012 y que saldrá con una importante renovación el próximo 18 de octubre».
La gran apuesta de Microsoft es Windows 8, pero Windows 7 sigue liderando el mercado, y por mucha distancia, con una presencia en la mitad de los equipos a nivel mundial. «Microsoft espera que el lanzamiento de Windows 8.1 el día 17 de octubre para todos los usuarios de Windows 8, anime también a los usuarios de Windows 7 y versiones anteriores de Windows a probar el nuevo sistema operativo de Microsoft y reducir los temores por parte de los usuarios hacia este nuevo sistema operativo y hacer que el mayor número de usuarios posible utilice su nuevo sistema operativo», podemos leer en SoftZone.
Y hablamos ahora de hábitos de consumo en el ámbito tecnológico. Algunos agoreros habían vaticinado que el portátil iba a perder adeptos por el auge de las tabletas. Pues bien, resulta que sólo el 8,7% de los que compran una tableta pretenden utilizarla como un reemplazo de su portátil, según un estudio de IDC del que se hace eco PC World. Así que: larga vida para el portátil. Con el mencionado informe en la mano, llegamos a la conclusión de que la mayoría del público quiere un equipo distinto para cada momento del día o de la semana: la tableta reina en los momentos de ocio y sofá, y el portátil y el sobremesa son versátiles, y son utilizados tanto para el ocio como para el negocio.