¿Es un «hobby»?, ¿Un trabajo?, ¿Criminales?, ¿Superhombres?… Llevan tiempo estando de moda, pero poca gente tiene claro qué significa el concepto «hacker». Películas y medios de comunicación le pusieron la etiqueta indeleble del delincuente, pero la población, medio curiosa, medio atemorizada, suavizó tan mala fama dando al hacker la pátina legendaria, reservada sólo a unos pocos y escogidos antihéroes, del pirata o Robin Hood.
Sigue leyendo en El Mundo