Semana esta que concluimos con ecos vintage, porque muchos han sabido estos últimos días que Betamax seguía siendo un negocio vigente (no, no… no desapareció en los 90) para Sony. Y lo ha sido durante los últimos 40 años, pero ya nos han dicho que el formato desaparece, como podemos leer en Theinquirer.es. Y saltamos del Betamax que perdió (para muchos injustamente) la partida frente al VHS, al internet de las cosas. En Fayerwayer titulan: En 2020 habrá 20.000 millones de dispositivos conectados al internet de las cosas. «El factor crucial para la adopción del Internet de las Cosas», según un estudio de Gartner, «será el ritmo de crecimiento de las redes de telecomunicaciones que le den soporte en los próximos años».
Ese internet más cotidiano, más integrado en nuestras vidas, parece de ciencia ficción. Como también lo parece el software que Microsoft ha anunciado con capacidad para adivinar las emociones de las personas. «Viendo fotografías de las expresiones, el software detectará qué emoción se está representando en ellas entre una lista de 8 emociones de una escala del 0 al 10», leemos en Softzone.es.
Tenemos también que destacar un interesante artículo de Elpais.com sobre los «exiliados» de las redes sociales, personas que quieren recuperar vida privada (y a veces, salud y tranquilidad) dejando a un lado Facebook, Twitter y otras cuentas de interrelación virtual. España cuenta con 14 millones de usuarios de redes sociales.
