¿Qué vas a ver aquí?
Con el cambio de siglo, llegaron a nuestras vidas los reproductores de MP3. Se trataba de una categoría que se iba a consagrar de forma definitiva con el lanzamiento en 2001 del iPod de Apple. Pero con la llegada de los smartphones, los reproductores de bolsillo de música y de vídeo digital perdieron protagonismo. Y es que, ¿quién deseaba llevar dos dispositivos, cuándo con uno ya bastaba? El razonamiento era (y es) totalmente correcto, aunque en los últimos tiempos los reproductores de MP3 (archivos de música) y de MP4 (archivos de música y multimedia) han recuperado el interés de muchos consumidores.
El MP3, un dispositivo especializado
Son varios los motivos que explican esta tendencia. Y la mayoría de esos argumentos tienen que ver con la percepción de estos reproductores como unos dispositivos útiles y extremadamente prácticos. Así, si bien muchos prefieren llevar consigo solo un aparato (el smartphone cumple en ese caso la función de reproductor de música), otros muchos usuarios consideran que es mucho más cómodo llevar encima dos dispositivos: el smartphone para llamar, enviar mensajes de texto, gestionar el email, navegar, emplear Apps… y el reproductor de MP3 o MP4, para reproducir música y vídeo.
Un reproductor ideal para hacer deporte
Hay contextos en los que el reproductor es, sin duda, el aparato ideal: por ejemplo, podríamos decir que es desaconsejable salir a correr con una phablet (dispositivo a medio camino del smartphone y la tablet) en la mano o hacer ejercicio en el gimnasio con un smartphone de última generación en el bolsillo. Cuando realizamos actividad física, lo que apreciamos es escuchar música con un dispositivo resistente (algunos son sumergibles en el agua), de pequeño tamaño y ligero, unas cualidades que poseen los MP3 y MP4. Pero no solo son cualidades apreciadas al hacer ejercicio, porque si no somos de los que tenemos el smartphone en la mano en todo momento, nos puede resultar más satisfactorio escuchar música con un dispositivo de MP3, que tiene dimensiones menores y un menor peso.
Para dar un respiro a la batería del móvil
Pero el argumento quizá más poderoso es que llevar con nosotros un reproductor de MP3 o MP4 nos va a permitir disfrutar más y mejor de nuestro smartphone: si dejamos de escuchar música con nuestro teléfono inteligente, vamos a recuperar capacidad de almacenamiento (el que ocupaban las canciones o los vídeos) y a ganar una mayor autonomía de la batería. Hoy en día, la vida de la batería de un smartphone apenas dura unas horas. Por supuesto, si utilizamos el móvil como reproductor digital, la duración será aún menor. Con los reproductores digitales especializados, todo el espacio de almacenamiento lo dedicaremos a música y disfrutaremos de una dilatada vida de la batería: podremos reproducir canciones durante un período que oscila entre las 40 y las 120 horas.
Una experiencia de reproducción musical sin interrupciones
Con los reproductores digitales también vamos a disfrutar de una experiencia de uso sin interrupciones. Si escuchamos música con el smartphone, lo más seguro es que nos despistaremos con muchos otros estímulos, como las llamadas (que probablemente tengamos que atender igualmente), las notificaciones de todo tipo, los mensajes de texto, etc.
Calidad del sonido
Otro argumento a favor de los reproductores MP3 y MP4 tiene que ver con la calidad del sonido. En general, suele ser mayor que la que obtenemos con un smartphone. Y otra razón de peso que no podemos olvidar, es que estos dispositivos están disponibles a precios muy asequibles, lo que empuja a cada vez más consumidores a dejar de escuchar música con el smartphone, para pasar a hacerlo con un reproductor especializado. ¿Ya tienes reproductor de MP3 o MP4?
Albert Lorán
Product manager en BEEP