Vamos a tirarlos, capturarlos y lanzarles un virus». «Pero si tiramos un virus no pueden deployar». «¿Y cuándo atacamos?». «¿A y 58?». «Vale, a y 58». Los que hablan en el argot incomprensible son tres chavales en un banco del espigón de Moll de la Fusta de Barcelona. Chavales en sus veintipico o treintaipocos —como AngelConde64x, guipuzcoano de 31 años y número uno en España del juego— pateándose el centro de la ciudad para luchar en el videojuego Ingress, creado por la startup de Google Niantic Labs. Tres de los más de 1.200 que se han reunido este sábado para celebrar una colosal batalla entre los bandos de esta app que ya utilizan más de siete millones de personas en todo el mundo.
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