¿Qué vas a ver aquí?
Los españoles estamos enamorados de los móviles. Cuando a mediados de los años 90 surgieron los primeros teléfonos móviles asequibles para un consumidor medio, nuestro mercado fue de los más precoces en incorporar el nuevo dispositivo a la vida cotidiana. Y cuando hace cosa de 10 años entraron en escena los teléfonos inteligentes, los smartphones, los usuarios de nuestro país volvieron a demostrar esa vocación de early-adopters, de usuarios pioneros.
Personas de todas las condiciones, con más o menos facilidad para la tecnología, se dejaron seducir enseguida por la nueva generación de móviles. Los consumidores cayeron rendidos ante las pantallas táctiles, el emocionante mundo de las Apps, la versatilidad del sistema operativo Android y las enormes prestaciones del celebrado iPhone.
Así es. Nos gusta estar a la última en móviles. Ésta es una aseveración sobre la que abundaba un estudio de Sony presentado en la edición de 2015 del Mobile World Congress que se celebra en Barcelona. Según el mencionado estudio, la mitad de los españoles renuevan su móvil cada año, muchas veces por mero capricho.
Por supuesto, es magnífico disponer de las últimas posibilidades que ofrece el dinámico mundo de la telefonía móvil. Pero también es cierto que, en muchas ocasiones, podríamos dar más vida útil a nuestro smartphone, gracias a un uso más inteligente y cuidadoso.
Regla número 1: mucho mimo
El smartphone es el dispositivo tecnológico personal que más tocamos, manipulamos y transportamos a lo largo del día. Se trata de un dispositivo sofisticado y a la vez frágil, unos rasgos que demandan una toma de conciencia. Y esa toma de conciencia consiste en tener presente que un móvil es vulnerable y que debemos actuar en consecuencia.
En fin, que debemos andar con cuidado, por muy obvio que parezca. El consejo más importante, por tanto, es mimar el smartphone en todo momento.
¿Llevas el móvil junto a las llaves?
Carcasa y pantallas son las partes que más acusan el uso diario. Sobre todo, la pantalla, sobre la que no dejamos de pasar los dedos para escribir o para hacer gestiones con el móvil y con las Apps que incorpora.
Para ello, debemos transportar el dispositivo de forma apropiada y ponerlo o aparcarlo en sitios adecuados. Un error habitual es llevar el móvil junto a unas llaves u otros objetos metálicos. Así, si llevamos el dispositivo en el bolsillo derecho del pantalón, miremos de poner las llaves en el bolsillo izquierdo. Y si metemos el teléfono en el bolso o la mochila, evitemos que entre en contacto con llaves u otros elementos metálicos que puedan provocar rayones en la pantalla o en la carcasa.
Unas líneas atrás hemos mencionado la posibilidad de llevar el móvil en el bolsillo del pantalón. Pues bien, la verdad es que no es la mejor forma de transportar el smartphone. Sobre todo si el bolsillo es pequeño y el dispositivo queda muy comprimido.
Llevar el dispositivo en los bolsillos de atrás tampoco es una idea especialmente recomendable, porque accidentalmente nos podemos sentar encima y porque pasamos a ser una víctima fácil para carteristas.
Smartphone de última generación, ¿en manos de un bebé?
Un capítulo aparte se merece el hábito de dejar el móvil a los niños, especialmente a los más pequeños e, incluso a bebés. Quizás no somos conscientes de que estamos dejando un dispositivo valorado en centenares de euros a un pequeño o a una pequeña.
La Ley de Murphy dice que el móvil se les caerá de sus pequeñas manos o que le darán algún golpe que hará que nos llevemos las manos a la cabeza. Una buena idea para estar tranquilos es guardar ese móvil que se nos ha quedado obsoleto (por capacidad o por rendimiento) y ofrecérselo al niño o a la niña. Si se produce algún siniestro, el móvil que habremos perdido será un dispositivo que ya habíamos descartado en primer lugar.
Por otro lado, hay que ir con mucha cautela con los más pequeños, porque pueden hacer compras accidentales a través de las Apps disponibles en el móvil.
Prioritario: resguarda la pantalla con un protector
La actitud vigilante no es suficiente. Necesitamos resguardar el equipo con elementos de protección, como el protector de pantalla.
Una pantalla rota puede convertir en inservible a nuestro móvil. Además, esa rotura puede conducir a daños aún más graves en el aparato. Lo sensato es proteger la pantalla con un protector adecuado. La mejor inversión es un protector de pantalla de cristal templado, que va a reducir de forma dramática el riesgo de acabar con una pantalla hecha añicos
En todo caso, si tu pantalla se quiebra porque aún no has echado mano de protector (y de funda), debes saber que la puedes reparar. No te precipites a comprar un nuevo teléfono.
Ponle una funda
Ahora que ya hemos protegido la pantalla, es el turno de proteger la carcasa y el conjunto del móvil. No hay ninguna funda que nos garantice una protección total. Ahora bien, hacerte con una puede evitar, en muchas ocasiones, que un golpe o que una caída inutilicen el dispositivo. O bien que lo dejen tan dañado, que tengas que rascarte mucho el bolsillo a la hora de arreglarlo.
La funda es recomendable para todo el mundo. Y lo es sobre todo para las personas más patosas o con más tendencia a que se les caigan las cosas.
Por otro lado, una buena funda ofrece una capa extra de protección a la pantalla del smartphone.
Alerta frente a sol y agua
Al margen de caídas y golpes, la otra gran amenaza para un smartphone son los elementos. Temperaturas muy altas y agua, son auténticos peligros.
El sol y el agua son omnipresentes en nuestra vida cotidiana. De hecho, ¡son dos factores necesarios para la existencia de vida en nuestro planeta! Y como el móvil lo llevamos siempre encima, es muy fácil que, en un momento u otro, tengamos que apartar el dispositivo de estos dos focos de problemas.
Sobre la amenaza que representan el calor y las altas temperaturas, os aconsejamos que leáis los consejos que damos en El Blog de BEEP Informática sobre el tema.
Como regla general, nunca dejemos el móvil expuesto al sol o a altas temperaturas. Nada de emplazarlo encima de una mesa en una terraza (por otro lado, puede ser una invitación para que nos lo robe un caco). Y ni mucho menos lo dejemos encima de la toalla en la playa o en la piscina.
El agua, un elemento muy presente en la época estival, es otro gran peligro. Ojo en la playa. Cuidado en la piscina. Alerta cuando nos bañemos o bañemos a nuestros hijos. Ni se nos ocurra dejar el móvil al lado de la bañera.
El móvil va siempre con nosotros, así que seamos especialmente cuidadosos en aquellas situaciones con más riesgo potencial. Nos referimos a excursiones, días de playa, fiestas, comidas familiares, etc.
Apaga el dispositivo de vez en cuando
¿A que no dejamos encendido el portátil durante varias semanas o meses seguidos? Entonces, ¿por qué razón hacemos eso mismo con nuestro smartphone?
Debemos tener en cuenta que un teléfono móvil es un equipo muy similar a un ordenador. De hecho, es lo más cercano a un ordenador en miniatura que nos podamos encontrar
Si nos lo podemos permitir (no hacemos una guardia por razones de trabajo, no utilizamos el móvil como despertador), lo ideal es apagar el smartphone cuando nos vamos a dormir. En todo caso, apagarlo al menos una vez a la semana durante unos cuantos minutos, se ha demostrado beneficioso para el rendimiento del dispositivo. Además, contribuiremos a alargar la vida útil del aparato.
Evita actualizaciones de software tras dos generaciones
Los fabricantes de móviles solo proveen soporte de software para un par de generaciones. En otras palabras, si nuestro dispositivo es muy antiguo, su sistema operativo se queda sin soporte. En algunos casos, podemos actualizar el software a pesar de que el equipo sea de tres o más generaciones atrás. Pero eso no quiere decir que el móvil vaya a funcionar bien.
Hay muchas teorías acerca de la incapacidad de los fabricantes para facilitar actualizaciones que tengan en cuenta las generaciones más viejas de móviles. Por un lado, puede ser difícil crear updates o actualizaciones que vayan bien para un rango amplio de generaciones. Por otro lado, los más escépticos apuntan a que las marcas desean estimular el salto del consumidor hacia adelante. Hacia las nuevas generaciones de móviles.
Sea como sea, podemos extender la vida del smartphone si evitamos actualizaciones una vez nuestro dispositivo ha sido superado ya por dos nuevas generaciones del modelo o de la marca.
Cuida la batería
El cuidado de la batería es fundamental para una vida longeva de nuestro equipo.
Antes que nada, desmontemos algún mito. No, no es cierto que cargar la batería al 100% y mantener la carga durante horas sea perjudicial para el smartphone
A veces nos pasa que dejamos el móvil cargando, y no reparamos en que está cargado del todo hasta el cabo de un largo rato. Y ese largo rato puede ser de muchas horas. Muchas otras veces, lo dejamos cargando de noche, cuando dormimos. Pues bien, no pasa nada. No hay motivo para preocuparnos.
Una regla importante es intentar impedir que la batería alcance niveles críticamente bajos. Las conocidas como descargas profundas —empleas el dispositivo hasta que solo queda un reducido porcentaje de batería– desgastan la batería.
Lo que se aconseja es mantener el nivel de carga entre el 65% y el 75%. Es el escenario ideal, que en la vida real puede ser difícil de conseguir.
La horquilla idónea quizás más realista es la del 45%-75%. Para conseguir mantener la batería siempre en ese rango, es bueno ir cargando a ratos, por solo unos minutos. Por tanto, acostumbrémonos a ir cargando en pequeñas dosis a lo largo del día.
De lo que hemos dicho, se deduce que no es una excelente idea cargar del todo la batería. Y menos si lo haces con la batería casi vacía, casi a cero.
Trucos para gastar menos batería
Una gestión eficiente de la carga de la batería ayuda a que el smartphone dure más tiempo. Con el mismo objetivo, también podemos hacer un uso más racional de la batería. He aquí algunos consejos para depender menos del cargador:
- Reduce el brillo de pantalla al nivel mínimo que te resulte cómodo
- Usa WiFi siempre que sea posible. Y, claro, siempre que sea seguro.
- Apaga servicios como WiFi, Bluetooth o Geolocalización cuando no se estén empleando.
- Activa el bloqueo de pantalla para que ésta se apague al poco tiempo de dejar de usar el móvil.
- Reduce las notificaciones push de las aplicaciones al mínimo posible. Las notificaciones push son actualizaciones a tiempo real.
Vigila virus y malware
Aunque no es muy habitual que un smartphone se infecte con un virus o con malware, no debemos bajar la guardia. Los virus suelen penetrar en el dispositivo a través de Apps maliciosas. Por ello, no nos descarguemos nunca una App que parezca sospechosa.
Si nuestro terminal empieza a funcionar de forma extraña tras la instalación de una App, veamos qué consumo de datos muestra. ¿Es excesivo? Ante la duda, deshagámonos de la aplicación controvertida.
Es obligatorio contar con un antivirus. A veces, para eliminar la amenaza lo tendremos que hacer de forma manual. En ese caso, tenemos que hacer reset en el iPhone o activar el Modo seguro en Android para borrar la App que origina todos los males.
Quita Apps, fotos y vídeos innecesarios
Casi todos los usuarios de smartphone hemos padecido demoras o momentos en los que el dispositivo se nos queda colgado. En la mayoría de ocasiones, esto ocurre porque la capacidad de almacenaje y la capacidad RAM no dan más de sí. Este comportamiento suele llevar muchas veces a la compra de un nuevo smartphone. Pero a menudo solo se trata de ir haciendo limpieza. Es decir, la idea es eliminar Apps que no utilicemos. Y suprimir fotos y vídeos que hayamos descartado o de los que ya tengamos copias de respaldo en ordenadores o unidades de almacenamiento externo.
Aprovecha el almacenamiento en la nube
El almacenamiento en la nube es una de las mejores maneras de asegurar de que el móvil no se atasca por culpa de un exceso de datos. El dispositivo funcionará mejor. Y, por otro lado, minimizaremos el riesgo de pérdida de información, cosa que puede pasar si el móvil se rompe, lo perdemos o nos lo roban.
No salgas a correr con el smartphone encima
Hay muchas aplicaciones que nos pueden ayudar a hacer ejercicio, pero hay que tener en cuenta el riesgo que implica hacer actividad física acompañados de nuestro smartphone. Algunos usuarios de iPhone han experimentado daños por culpa del sudor, cuando llevaban el dispositivo en su bolsillo o fijado al brazo.
Fija tu móvil cuando conduces
Los smartphones nos pueden ayudar en la carretera.
Lo primero, por supuesto, es contar con un kit de manos libres. A partir de ahí, debemos velar porque el móvil esté convenientemente fijado. Si el equipo está suelto, en el asiento del copiloto o en cualquier sitio que no asegura una sujeción, puede sufrir un daño extremo en caso de frenazo o de accidente.
Si compras un smartphone nuevo, guarda el antiguo
Por mucho que sigamos estas recomendaciones, llegará un momento en que el ciclo de vida del móvil se habrá agotado. Tocará comprar un nuevo dispositivo. ¿Qué hacemos con el que se nos ha quedado obsoleto? Bueno, pues lo primero que debemos evitar es guardarlo en un cajón, porque le podemos dar una nueva vida.
Evidentemente, solo podremos aprovechar esa terminal si no está seriamente deteriorada. Pero si la pantalla está rayada y la batería no dura tanto como antes, aún le podemos sacar mucho partido. Una buena idea es limpiar ese móvil de aplicaciones y de datos que ya no vamos a utilizar. Una vez hecha esa limpieza, le podemos dar algún nuevo uso. Por ejemplo, alguno de los siguientes:
- Móvil de repuesto, por si el nuevo smartphone se queda sin batería o se avería.
- Dispositivo para llevar a excursiones o actividades de riesgo en medio de la naturaleza.
- Móvil de iniciación de un menor o dispositivo que haga la función de consola de juegos portátil para los más pequeños.
- Marco de fotos digital.
- Cámara de vigilancia y monitorización de la casa o del bebé. Necesitaremos Apps adecuadas.
- Reproductor MP3.
- Equipo utilizado como punto de acceso WiFi. Para ello, debemos ponerle dentro una tarjeta de datos compatible con el móvil.
