La tecnología aún no ha conseguido meterse en la cabeza de un adolescente, un sueño que tiene cualquier padre que se precie, pero al menos ya permite a los adultos rastrear y bloquear a distancia el teléfono de sus hijos para poner un poco de orden en su asilvestrada vida digital, y “devolver algo de control al que paga la factura y el terminal», expone Cristian Villamarín, creador de Flipd, una app de bloqueos de teléfono.
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