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Dos pantallas y un sofá

10/10/2012

Los miembros de una familia se reúnen en torno al televisor, incluso se han puesto de acuerdo en ver el mismo programa, pero no se hablan. No hay discusiones en alta voz. Los comentarios no se dicen, se escriben. Es la última plaga, o el último hábito, del salón de estar. Los hijos ven lo mismo que el padre, pero lo comentan en sus tabletas o en sus móviles con otros. Es el fenómeno de la segunda pantalla.

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