
¿Qué vas a ver aquí?
Trabajar desde casa no es lo mismo que estar en la oficina. Ni por el entorno, ni por los medios disponibles. Por eso es importante tener un espacio preparado y equipado con lo básico para rendir bien y cuidar tu bienestar. Aquí te dejamos una guía con los equipos para montar tu oficina en casa con sentido práctico: es decir, pensando en tu ergonomía y productividad.
Empieza por tener claras qué tareas haces
Antes de comprar nada, haz una lista de las tareas que realizas a diario. Solo así sabrás qué necesitas de verdad y qué puedes dejar fuera.
¿Trabajas con hojas de cálculo exigentes? ¿Te pasas el día haciendo videollamadas? ¿Editas imágenes o vídeos? ¿Imprimes documentos con frecuencia? Las respuestas a estas preguntas te dirán lo que necesitas exactamente para hacer teletrabajo.
Recuerda: no se trata de montarte un centro de operaciones. Se trata de tener lo justo para trabajar bien.
Ordenador: el centro de tu espacio de trabajo
Seguramente ya tienes ordenador. Pero toca hacerse la siguiente pregunta: ¿es el más adecuado para teletrabajar?
Si trabajas con el portátil de empresa, lo tienes fácil. Si no, asegúrate de que el equipo que vayas a usar cumple con los requisitos de tu labor profesional: memoria RAM, capacidad de almacenamiento, procesador… Si no sabes qué mirar, habla con el departamento de informática de tu empresa para qué te digan las características mínimas del equipo informático.
Si necesitas un PC totalmente personalizado, puedes configurar tu ordenador en la web de BEEP y montar el equipo que se ajusta al 100% a tus requisitos.
Configurador de ordenadores BEEP
¿Tienes Mac y necesitas Windows? Puedes instalar ambos sistemas operativos en el mismo equipo usando Boot Camp. Así aprovechas tu Mac también para trabajar.
El monitor: elige pensando en salud visual, ergonomía y productividad
En este equipo, no deberías escatimar. Vas a pasar muchas horas delante de una pantalla, así que invierte en un buen monitor. Notarás la diferencia en los ojos, en la espalda… y en tu productividad.
¿Qué buscar en un monitor para teletrabajo?
- Tamaño: entre 24 y 32 pulgadas es ideal. Cuanto más grande, mejor… hasta cierto punto. Debes poder verlo todo sin mover la cabeza.
- Resolución: para 27 pulgadas, apunta a una resolución de 2560 x 1440 px. Para más de 30 pulgadas, irá bien algo más de resolución.
- Brillo: si tienes mucha luz natural, busca un monitor con al menos 300 cd/m².
- Luz azul reducida: tus ojos lo agradecerán, sobre todo si trabajas por la noche.
- Ajustable: altura e inclinación. La ergonomía también empieza aquí.
- Puertos: USB-C, HDMI, varios USB… según lo que vayas a conectar.
- Eficiencia energética: si va a estar muchas horas encendido, mejor que consuma poco.
Si puedes, valora usar dos monitores o uno ultraancho. Ganarás mucho en organización visual.
En el blog de BEEP hemos analizado a fondo los criterios que debes seguir a la hora de elegir un monitor para teletrabajo.
Auriculares con micrófono
Indispensables si haces llamadas o videoconferencias. Mejor si aíslan del ruido y se conectan por Bluetooth. Así puedes moverte con libertad y trabajar sin interrupciones.
Teclado y ratón: mejor sin cables
Un teclado inalámbrico y un buen ratón aumentan la comodidad y despejan tu espacio de trabajo. Solo recuerda tener pilas o baterías de repuesto a mano.
Impresora (sí, todavía la necesitas)
Aunque vivimos en la nube, aún hay momentos en los que toca imprimir o escanear algo. Una impresora multifunción sencilla puede ser más que suficiente.
- Si no necesitas color, los modelos en blanco y negro son más económicos.
- Fíjate en el precio del equipo, pero también en el coste de la tinta o del tóner.
Webcam externa (por si falla la del portátil)
Si tu equipo no tiene cámara o la calidad deja que desear, invierte en una webcam externa. No hace falta que sea de gama alta, salvo que trabajes de cara al público o necesites grabarte en alta definición.
Periféricos que te pueden facilitar la vida
Cada trabajo es distinto, pero hay ciertos accesorios que casi siempre son de ayuda:
- Hub USB: para no quedarte sin puertos libres.
- Disco duro externo: para copias de seguridad y archivos pesados.
- Pendrive: si aún mueves archivos digitales de un sitio para otro y eliges la comodidad y conveniencia de un dispositivo que te puedes meter en el bolsillo.
- SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida): si en tu zona hay apagones frecuentes.
- Segundo monitor: gran mejora en tareas de comparación de archivos o si tu trabajo es muy multitarea, y necesitas tener muchas ventanas abiertas al mismo tiempo.
¿Montar una oficina en casa? No hace falta una inversión desorbitada, sino tomar buenas decisiones. Elige bien tus herramientas y tu jornada de trabajo será mucho más cómoda, productiva y, en definitiva, satisfactoria.